En ocasiones, el cáncer de mama se diagnostica una vez que los síntomas han aparecido, aunque muchas mujeres no llegan a experimentarlos. Por eso, es fundamental realizar exámenes de detección de forma regular.
El cáncer de mama es un asunto que nos afecta profundamente, en particular a las mujeres. Sin embargo, estamos aquí para conversar sobre las maneras en las que podemos cuidar nuestra salud y detectarlo a tiempo.
Así que, aprendamos sobre la importancia de la detección temprana y cómo las pruebas de control por parte de un Oncólogo, y la Mamografía o Mastografía, pueden hacer la diferencia en tu vida.
El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican alrededor de 2.3 millones de casos nuevos de cáncer de mama en todo el mundo.
Dentro de las medidas de detección temprana del cáncer de mama, la primera es la autoexploración de mamas en todas las mujeres a partir de los 19 años. Todas las mujeres deben aprender a explorarse correctamente con el fin de conocer la anatomía en condiciones normales de sus mamas y así poder identificar oportunamente cambios y/o hallazgos mínimos.
Entre más temprano lo descubramos, más opciones de tratamiento efectivo tenemos y menos impacto tendrá en nuestras vidas. Para lograr esto, es vital que nos realicemos chequeos regulares, conocidos como check-ups, que incluyan pruebas de detección específicas.
Hay varias opciones disponibles, cada una con su propia utilidad y propósito. Aquí te presentamos un resumen de las pruebas de detección del cáncer de mama que debes conocer:
Todas las mujeres partir de los 19 años deben realizarse mensualmente la autoexploración de mamas utilizando una técnica adecuada.
Estar familiarizada con la apariencia y la sensación de tus mamas puede ser de gran ayuda para notar síntomas como bultos, dolores o cambios en el tamaño que puedan generar preocupación. Esto incluye la realización de autoexámenes de las mamas, durante los cuales puedes detectar cambios que debes informar a tu médico o proveedor de atención médica.
Pasos para una correcta autoexploración
Visualización: Ante un espejo, observa tus senos con los brazos a los lados. Luego, levanta los brazos y observa si hay alguna deformidad, hundimiento, o cambio en la piel o pezón.
Tacto en posición de pie: Con la yema de los tres dedos centrales, palpa tu seno en movimientos circulares. Hazlo de arriba hacia abajo y de un lado a otro.
Tacto en posición acostada: Acostada con una almohada bajo el hombro derecho, utiliza la mano izquierda para palpar el seno derecho y viceversa.
Se recomienda que todas las mujeres, a partir de los 30 a los 39 años, se realicen cada año un Ultrasonido de mamas.
El ultrasonido mamario es una herramienta valiosa en la detección y evaluación de anomalías en los senos. Es un procedimiento seguro, no invasivo y sin radiación, que proporciona información crucial para el cuidado y seguimiento de la salud mamaria. Es fundamental acudir a revisiones regulares y seguir las recomendaciones médicas para garantizar el bienestar y la detección temprana de cualquier condición.
Si durante una revisión rutinaria o autoexamen, se detecta un bulto o anomalía en el seno, el médico puede recomendar un ultrasonido mamario. Esta técnica permite determinar si el bulto es un quiste lleno de líquido o un tumor sólido, así como su ubicación y tamaño. Sin embargo, es importante destacar que, aunque el ultrasonido puede identificar la naturaleza del bulto, no puede confirmar si es canceroso.
El ultrasonido mamario es una herramienta médica esencial que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para obtener imágenes detalladas del interior de los senos. A diferencia de otros métodos de imagenología, como las radiografías, el ultrasonido no emplea radiación, lo que lo hace seguro para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia.
Todas las mujeres deben realizarse una Mastografía (Mamografía) a partir de los 40 años de edad. Es recomendable conservar los estudios para que el Radiólogo pueda compararlos con los del año anterior.
La Mastografía (también conocida como Mamografía) es una radiografía de las mamas, herramienta valiosa en la detección temprana del Cáncer de mama. Para muchas mujeres, la Mastografía (Mamografía) es el mejor método para identificar la enfermedad en sus etapas iniciales, cuando es más fácil de tratar y antes de que sea lo suficientemente grande como para sentirse al tacto o causar síntomas notables.
Se recomienda que todas las mujeres a partir de los 40 años se realicen un Ultrasonido y la Mastografía juntos, para lograr una mayor certeza en el diagnóstico.
Un examen clínico de las mamas es una evaluación realizada por un Oncólogo especialista que utiliza sus manos expertas para detectar bultos u otros cambios en las mamas. Aunque es una herramienta útil, no se ha demostrado que los exámenes clínicos de las mamas disminuyan el riesgo de morir por cáncer de mama. Sin embargo, siguen siendo una parte importante de la evaluación de la salud mamaria.
La Resonancia Magnética es un estudio que se llega a utilizar en casos muy específicos para el estudio de lesiones de Mama, pero no es un estudio de primera elección.
La Resonancia Magnética de las mamas utiliza imanes y ondas de radio para tomar imágenes detalladas de las mamas. Esta prueba la realizan los Radiólogos junto con las Mastografías para examinar a las mujeres que tienen un riesgo alto de padecer Cáncer de mama, como aquellas con antecedentes familiares.
No hay nada más importante que cuidar de tu salud, y los chequeos regulares son un acto de amor propio. Estos controles médicos nos permiten detectar cualquier cambio o anormalidad en nuestro cuerpo y tomar medidas preventivas si es necesario. Además, te brindan la tranquilidad de saber que estás haciendo todo lo posible para mantenerte saludable.
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