La Hernia Inguinal se produce en el abdomen cerca de la zona de la ingle. Esta Hernia ocurre cuando una pequeña parte de los tejidos grasos o intestinales atraviesan un área débil de la pared abdominal inferior cerca del canal inguinal, de ahí surge su nombre.
Una Hernia Inguinal no siempre es peligrosa, pero si no mejora por sí sola e ignoras los síntomas, se puede convertir en un problema de salud grave, e incluso potencialmente mortal. Si la Hernia Inguinal es lo suficientemente grande, es posible que necesites cirugía.
Aproximadamente 5 de cada 100 niños pueden presentar una Hernia Inguinal.
Bulto en el área cerca de la ingle (sobre cualquiera de los lados del pubis)
Sensación de dolor o ardor en donde se encuentra el bulto
Dolor en la ingle al toser, hacer ejercicio o al inclinarse
Sensación de quemadura
Dolor agudo
Sensación de pesadez en la ingle
Sensación de presión en la ingle
Cuando una Hernia Inguinal interrumpe el flujo sanguíneo hacia el tejido que está atrapado, se le llama Hernia estrangulada y puede llegar a ser muy grave.
Los signos y síntomas de una hernia estrangulada incluyen:
Náuseas
Vómitos
Fiebre
Dolor repentino que se intensifica rápidamente
Bulto de la hernia que se pone de color rojo, morado o más oscuro
Estreñimiento e incapacidad para evacuar
Muchas de las Hernias Inguinales no tienen una causa aparente. Sin embargo, otras ocurren como resultado de:
Herencia
Esfuerzo al defecar u orinar
Un punto débil en la pared abdominal
Levantar algo pesado sin protección
Otras Hernias Inguinales pueden presentarse cuando la edad de la persona está más avanzada y sus músculos se encuentran debilitados o deteriorados a causa de la edad, la tos causada por fumar, o por una actividad física agotadora.
Factores de Riesgo:
Las personas que presentan alguno de los siguientes factores de Riesgo, son más propensas a desarrollar una Hernia Inguinal, por ejemplo:
Historial de familiares cercanos con Hernias
Ser de sexo masculino: Los hombres son 8 veces más propensos a desarrollar una hernia inguinal que las mujeres
Edad: A medida que envejecemos los músculos se debilitan
Grandes esfuerzos en las evacuaciones
Embarazo: puede debilitar los músculos abdominales y causar más presión dentro de tu abdomen
Bajo peso al nacer
Nacimiento prematuro
Sobrepeso / Obesidad
Antecedentes propios de una hernia: tienes mayor riesgo de desarrollar otra Hernia Inguinal si ya sufriste de una en la infancia
Dependiendo del tamaño de la Hernia Inguinal que tengas, de sus síntomas y de la valoración que tu Médico especialista te realice para saber cuál es el tratamiento más oportuno para ti.
El tratamiento definitivo de la Hernia Inguinal es la Cirugía y consiste en la reintroducción del contenido abdominal y en la reparación o reforzamiento de la pared inguinal.
Si la Hernia Inguinal es muy pequeña y no te causa molestias, tu Doctor podría recomendarte mantenerla en observación, ser cuidadoso y esperar antes de someterte a una cirugía.
Si la Hernia Inguinal se presenta en los niños, el Doctor puede intentar reducir el bulto antes de considerar la cirugía.
Si la Hernia Inguinal es muy grande o provoca mucho dolor y molestias, es necesaria la cirugía para evitar posibles complicaciones graves. Existen dos tipos de cirugía para esta Hernia: la reparación abierta y la reparación Laparoscópica.
Solicita a tu Médico Cirujano instrucciones precisas sobre el procedimiento y tu condición médica específica. Probablemente, te recomendará hacer ayuno desde la noche anterior a la cirugía. Pídele a algún familiar, amigo o persona de confianza que te ayude a llevarte a casa desde el hospital después de la cirugía. También es importante que le menciones a tu Médico si estás embarazada o crees que podrías estarlo.
Los cuidados y recomendaciones que debes tener después de someterte a una reparación abierta o laparoscópica de Hernia Inguinal te los proporcionará tu Cirujano después de la cirugía, sin embargo, algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta son:
Retirarse el apósito a las 24-48 horas de la intervención (a partir de ese momento no es necesario cubrir la herida)
Consumir alimentos suaves, evitar café, té y bebidas alcohólicas
Aumentar tu consumo de agua
Tomar los medicamentos para dolor que te haya prescrito tu Médico a las horas sugeridas
Llevar ropa interior elástica (muy poco apretada)
Limitar la actividad física durante los primeros días Es aconsejable esperar hasta unos 10-15 días tras la intervención para hacer deporte
Es aconsejable esperar 2 semanas tras la cirugía antes de tener relaciones sexuales
Evitar subir escaleras
Usa tus piernas, no tu espalda, cuando levantes algo pesado
Intenta no esforzarte cuando vas al baño
Pierde peso
Consumir una dieta alta en fibra
Ten en cuenta tus registros familiares
Dejar de fumar
Llevar una buena dieta rica en fibra con algunas verduras, frutas y granos integrales puede ayudarte a evitar el estreñimiento y a controlar los síntomas dolorosos de una Hernia Inguinal.
Cuando acudas a tu Médico Cirujano, no olvides llevar un registro detallado de tus síntomas. Si ya te han practicado algún estudio o estás tomando algún medicamento, también es importante que lo anexes. En el caso de que tu Médico Cirujano te haya recomendado una intervención de Hernia Inguinal, sigue todas las recomendaciones para una pronta recuperación. Si requieres una Segunda Opinión, ¡contáctanos!
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