La Espina Bífida es una afección de nacimiento del tubo neural en la que se desarrolla de forma anormal la columna vertebral y la médula espinal. El tubo neural es la estructura que se encuentra en un embrión, de este se crea el cerebro, la médula espinal y los tejidos que los rodean.
Por lo general, el tubo neural se desarrolla al inicio del embarazo y se cierra a los 28 días después de la fecundación. Los pacientes con espina bífida, no desarrollan correctamente una parte del tubo neural, esto provoca imperfecciones en la médula espinal y en los huesos de la columna.
La Espina Bífida puede cambiar de leve a grave, dependiendo la imperfección que se presente (tamaño, sitio y complejidad). En ocasiones es necesario recurrir a una cirugía, sin embargo esto no garantiza que termine el problema.
Tipos de Espina Bífida:
Existen distintos tipos de Espina Bífida: Espina Bífida oculta (más frecuente y leve), Mielomeningocele o Meningocele.
Síntomas de la Espina Bífida:
Los signos y síntomas varian dependiendo del tipo de Espina Bífida que se presente, por lo general la espina bífida oculta no suele presentar síntomas. Agrupamos algunos de los síntomas más comunes:
Marcas en la piel del recién nacido
Mechón anormal de cabello
Pequeño hoyuelo en la piel
Las membranas que cubren la médula sobresalen formando un saco de líquido
El conducto vertebral queda expuesto, las membranas y la médula sobresalen y forman un saco, los tejidos y los nervios suelen quedar expuestos
Problemas intestinales o de vejiga
Hidrocefalia
Pérdida de la sensibilidad o Incapacidad de mover la parte inferior de las piernas
Problemas Ortopédicos
Problemas Cardíacos
Diagnóstico de la Espina Bífida:
Durante el embarazo tu Médico puede realizar exámenes para diagnosticar si hay existencia de Espina Bífida, a través de alguna de estas pruebas:
Laboratorio: se analiza la sangre para detectar defectos del tubo neural midiendo la alfa-fetoproteína (AFP por sus siglas en inglés). Un nivel alto de AFP significa que el bebé podría tener Espina Bífida.
Sonografía o Ultrasonido: el Doctor puede obtener imágenes del feto para identificar la presencia de Espina Bífida mientras está dentro del útero.
Amniocentesis: procedimiento en el que el Médico inserta una aguja delgada y larga en el abdomen de la madre para extraer una pequeña muestra del líquido amniótico para su análisis.
Factores de Riesgo:
Algunos factores de riesgo incluyen:
Edad de la madre: la Espina Bífida es más común cuando la madre está en la adolescencia
Deficiencia de Ácido fólico
Antecedentes familiares de defectos del tubo neural
Aumento de la temperatura corporal
Consumo de ciertos medicamentos durante el embarazo
Diabetes
Obesidad
Antecedentes de aborto espontáneo
Una dieta pobre carente de vitaminas y minerales esenciales
¿Cuándo acudir con un médico?
Por lo general, la Espina Bífida de mielomeningocele se diagnostica antes o después del nacimiento. En este caso los niños deberán ir continuamente a revisión con un Neurocirujano Pediátrico.
Además, dependiendo de qué tipo de Espina Bífida se haya diagnosticado y qué problemas se desarrollaron a partir de esto:
Se debe visitar al Urólogo si se presentan problemas de intestino y vejiga (comúnmente pasa con los niños con Espina Bífida mielomeningocele) o infecciones en el tracto urinario
Se debe visitar al Dermatólogo Pediátrico si se presentan problemas en la piel. Muchos niños con Espina Bífida presentan heridas, ampollas, llagas o infecciones en pies, piernas, espalda y glúteos.
Se debe visitar al Traumatólogo y Ortopedista si existen complicaciones ortopédicas como dislocación de la cadera, contracturas musculares o deformidades óseas y articulares.
Los niños que presentan Espina Bífida oculta no suelen tener ninguna complicación, sin embargo deberán acudir con el Pediatra de rutina.
Prevención:
La mejor manera de prevenir son los hábitos diarios. Puedes reducir el riesgo de que tu bebé padezca de un defecto de tubo neural como lo es la Espina Bífida, manteniendo una dieta sana que incluya alimentos ricos en ácido fólico desde antes de quedar embarazada y dentro de los primeros tres meses de gestación.
Algunas recomendaciones son:
Consumo de ácido fólico (por lo menos tres meses antes de quedar embarazada y durante los tres primeros meses de gestación)
Evitar el consumo de sustancias tóxicas
Algunos alimentos recomendables con ácido fólico:
Aguacate
Arroz
Brócoli
Espinacas
Fideos
Leche
Frutas
Frijoles, chícharos
Pan enriquecido
Yemas de huevo
Llevar una dieta equilibrada
No consumir fármacos durante el embarazo
Planificar tu embarazo, habla con tu Ginecólogo