Todos hemos oído hablar de la Enfermedad del Parkinson por diferentes razones, pero ¿realmente conocemos a fondo lo que conlleva esta enfermedad? Este padecimiento Inicia con una ligera agitación de los brazos y piernas que el paciente no puede controlar.
La Enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno crónico y progresivo del sistema nervioso que deteriora el movimiento de tu cuerpo. La enfermedad de Parkinson afecta las células del tejido en el cerebro (neuronas) y dejan de producir la cantidad suficiente de dopamina, sustancia química que necesita nuestro organismo para que realicemos movimientos con normalidad.
Actualmente, el Parkinson es la segunda enfermedad más preponderante después del Alzheimer.
Esta enfermedad neurodegenerativa afecta a:
Medio millón de personas al año
40% de los Pacientes son menores de 60 años de edad
10% de los Pacientes son menores de 40 años de edad
30% de la población se estima, se encuentra sin diagnosticar
En esta enfermedad, ciertas neuronas se rompen gradualmente o mueren. Muchos de los síntomas se deben a una pérdida de neuronas que producen un mensajero químico en el cerebro llamado dopamina. Cuando los niveles de dopamina bajan, la actividad del cerebro se ve afectada, causando los síntomas de la enfermedad de Parkinson.
Las causas de la enfermedad son inciertas, pero existen diversos factores que pueden influir a su desarrollo, como los que se mencionan a continuación:
Variaciones genéticas
Exposición a tóxicos
Factores ambientales
Presencia de cuerpos de Lewy, que contienen una proteína llamada alfa-sinucleína. Los investigadores se encuentran estudiando esta proteína como posible causante de las alteraciones en las neuronas
Los síntomas generalmente ocurren de manera lenta a lo largo de los años
Las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson:
Rostro sin expresión
Los brazos no hacen un movimiento de balanceo natural al caminar
Lenguaje/habla que suena confuso
El progreso de los síntomas puede ser diferente para todos.
Temblor
Movimiento lento
Músculos rígidos
Postura y equilibrio deteriorados
Pérdida de movimientos automáticos
Cambios en el habla
Escribir cambios
Sacudiendo la cabeza
Problemas de memoria
Confusión
Demencia
Pérdida de olfato
Tener algunos de estos síntomas no necesariamente significa que tengas Parkinson. Consulta a tu Neurólogo si llegas a observar variaciones en ti mismo.
Es posible que tu rostro no muestre ninguna expresión o solo unas pocas
Posiblemente, tus brazos no se balancean cuando caminas
Tu forma de hablar puede sonar confusa o poco clara
Tus brazos no suelen balancearse cuando caminas
No puedes hacer algunas expresiones faciales
Tus piernas parecen pesadas
Cambio de escritura
Tus extremidades se entumecen
Solo tienes síntomas en un lado de tu cuerpo
Cambios en tu hablar
Parar cuando empiezas a caminar
Dificultad para tragar
Caídas
Problemas de equilibrio y coordinación
Necesitas ayuda todos los días
Estreñimiento
Depresión
Pérdida de olfato
Presión arterial baja
Dolor
Problemas para dormir
Edad: Las personas comúnmente desarrollan la enfermedad alrededor de los 60 años o más
Herencia
Sexo: La enfermedad de Parkinson es más común en hombres que en mujeres
Exposición a toxinas: Tales como herbicidas y pesticidas
El Neurólogo revisará la historia clínica
Revisión de signos y síntomas
Examen físico y neurológico
En algunos casos, el Neurólogo podrá solicitar una tomografía computarizada llamada exploración del transportador de dopamina, que puede ayudar a confirmar la presencia de la enfermedad de Parkinson.
No hay cura para la enfermedad de Parkinson, pero con medicamentos se pueden ayudar a controlar los síntomas de manera significativa. Cuando la enfermedad se encuentra en una etapa avanzada, el Neurólogo podría sugerir intervención quirúrgica.
El ejercicio aeróbico regular puede ser de ayuda, así como fisioterapia. Para tratar los problemas del habla, la terapia con un patólogo puede ser de gran ayuda.
Los medicamentos prescritos se concentran en regularizar los niveles de dopamina en el cerebro. No se puede administrar dopamina directamente, pero sí sustancias químicas que se convierten naturalmente en dopamina, como la lovodopa.
Hay otros medicamentos, como inhibidores, que ayudan a evitar la disolución de dopamina, y otras sustancias que ayudan a controlar los síntomas como los temblores asociados a la enfermedad.
El Neurólogo tomará en cuenta el avance de la enfermedad y el historial clínico de cada paciente para determinar el mejor tratamiento.
Los medicamentos prescritos por el Neurólogo en conjunto con un estilo de vida saludable, incluyendo ejercicio físico, harán la diferencia para controlar los síntomas y tener una mejor calidad de vida. El ejercicio ayudará a incrementar la fuerza muscular, flexibilidad y restablecer el equilibrio, el cual se ve afectado con el avance de la enfermedad.
Recibir terapia de apoyo puede ayudar a aliviar síntomas y complicaciones resultado de la enfermedad, como pueden ser dolores, cansancio físico, y depresión y frustración. Una combinación de medicamentos y terapias alternativas, así como recibir apoyo de familiares, amigos, y un profesional de la salud mental, harán la diferencia para lograr una vida lo más normal posible.
Si presentas alguno de los síntomas antes mencionados, acude a tu Neurólogo. Este se encargará de revisar tu historial clínico y síntomas para poder determinar un diagnóstico adecuado.
Cuando se visite al Neurólogo, es recomendable tener un control detallado y descripción de los síntomas. También es importante mencionar si se está tomando algún medicamento. Aprender más sobre la Enfermedad de Parkinson y sus síntomas es el primer paso para tratarla y controlarla.
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